imagina un grupo de personas emocionadas y expectantes, esperando presenciar un increíble espectáculo de magia. Mientras que el mago se encuentra en el centro, preparado para sorprender a todos con sus trucos mágicos.

En ese momento, justo cuando el mago está a punto de comenzar su número más impresionante, una persona nueva llega. Esta persona, llamémosla Juan, entra con paso decidido y un poco torpe, sin percatarse de que el show ya ha comenzado. Los demás espectadores se dan cuenta de su llegada y la miran de manera incómoda, esperando que se dé cuenta de que el espectáculo está en marcha y se siente en silencio.

El silencio incómodo se extiende por todo el teatro, mientras Juan, sin darse cuenta de la incomodidad que ha generado. Los demás espectadores intercambian miradas nerviosas, tratando de contener la risa que amenaza con escaparse ante la situación surrealista.